¿No sabés en que invertir ese tiempo de más que te sobra debido a la cuarentena?, en este blog te traemos una idea que no sólo te ayudará a despejar tu mente, sino que te ayudará a comer más saludable.
En una sociedad donde estamos acostumbrados a comprar comida rápida y muchos de los productos que utilizamos en nuestra cocina están llenos de químicos y fertilizantes, el uso de alimentos naturales se convierte en una necesidad para nuestra salud
Así que te vamos a dar algunos consejos para que podás sembrar tus propias hortalizas en tu hogar, en un pequeño espacio donde llegarás a tener grandes beneficios.
Escoger el espacio
El primer paso que debés hacer, es escoger el lugar de tu casa donde vayás a montar tu huerta, no tiene que ser un espacio muy grande.
Te recomendaremos dos tipos de huertas que podés realizar en un pequeño espacio, horizontal: podría ser en el patio de tu hogar, o bien, vertical: en una pared o balcón.
En ambas opciones debés tomar en cuenta que el espacio esté bien expuesto a la luz del sol, dependiendo de lo que vayás a sembrar, vas a necesitar de entre 5 a 6 horas de sol directas al día.
Algunas hortalizas como el ajo, cebolla, pepino o perejil necesitan luz directa del sol, en cambio, otras como la lechuga, espinaca, puerro o rábano se cultivan bien en la sombra.
Otro punto importante en la ubicación de la huerta, es que tenga un acceso fácil a una toma de agua, ya sea porque necesités regar la cosecha o conectar un sistema de riego o goteo.
Recordá, que además necesitarás drenar el agua sobrante que estamos inyectando, por lo que es necesario que tomés en cuenta eso.
Para sembrar tus hortalizas favoritas lo podés realizar en pequeñas macetas o bien realizando un cajón de madera de un metro cuadrado en el suelo y luego dividirlo en cuadrados iguales de 25cm, obteniendo 16 espacios de igual tamaño donde sembrarías diferentes tipos de verduras o plantas.
Seleccionar la tierra y las semillas
Para este tipo de siembra lo recomendable es una tierra fértil, suelta, esponjosa, con buena capacidad de retención de líquidos y nutrientes, la podés conseguir en cualquier vivero.
Al realizar la siembra, esto dependerá mucho del tipo de semilla que hayás seleccionado, para semillas más pequeñas lo recomendable es hacer primero la germinación en un entorno protegido, pueden ser una mini maceta, vasitos desechables o algún recipiente pequeño, y luego realizar el trasplante al lugar definitivo de cultivo.
Con semillas más grandes y fáciles de manipular o aquellas que no se adaptan al trasplante, podés realizar una siembra directa.
Algunas de las semillas que se recomiendan en huertas pequeñas son: cebolla, ajo, lechuga, espinacas, rábano, culantro, remolacha, zanahoria, albahaca, tomates, perejil, apio, entre otras.
Riego
Lo recomendable es regar las plantas durante la mañana ya que se minimiza la evaporación, o también en la noche para aprovechar más el agua, pero debés tener cuidado con la cantidad de agua que utilizás, ya que la acumulación produce la asfixia de las raíces de las plantas.
Recolección de frutos
Es importante hacer la cosecha de frutos al menos cada mes, preferiblemente en la mañana o en las tardes, sino recolectás los frutos maduros la planta podría llegar a morir.
Si se trata de una planta cuyo fruto son las hojas, debés tomar siempre las hojas más externas.
Al hacer tu propia huerta en casa fomentás un consumo responsable porque no sólo comés de una manera mucho más natural, sino que ayudás al medio ambiente a eliminar el uso de químicos y fertilizantes que suelen tener muchos productos.